La piel, como órgano superficial más extenso del cuerpo humano, presenta una amplia lista de trastornos médicos que suponen un verdadero reto para los dermatólogos y los profesionales en enfermería. Desde la Universidad TECH, en consecuencia, contamos con Cursos en Dermatología que abordan dos perspectivas fundamentales: las técnicas de diagnóstico y los tratamientos terapéuticos o farmacológicos. Son acciones relevantes si se considera que, prácticamente, la totalidad de la población sufre, a lo largo de su vida, alguna patología dermatológica. Y ello resulta peligroso, por cuanto algunas afecciones, inicialmente leves, pueden acarrear complicaciones graves (incluso mortales) y presentar imbricaciones en otros ámbitos, como el psicológico. Por eso resulta incongruente, según el doctor Miguel Aizpún de la Academia Española de Dermatología y Venereología, que en una sociedad que tanto valora la imagen, una parte significativa de la población no confíe todavía el cuidado de la parte más visible de su cuerpo al dermatólogo.
Técnicas de diagnóstico dermatológico
La falta de confianza de la población hacia la Dermatología responde, en parte, a una elevada incidencia de negociantes que intentan sustituir al dermatólogo mientras se atribuyen falsos títulos y promocionan productos sucedáneos. En esa medida, un verdadero profesional, como los graduados en TECH Universidad Tecnológica, dispone de técnicas especializadas para diagnosticar enfermedades dermatológicas. Por ejemplo, una de ellas es la biopsia, un procedimiento que consiste en la extirpación y examen microscópico de un fragmento de la piel con el fin de establecer un diagnóstico exacto. Otra es la fotobiología o simulador solar, pues a veces es preciso recurrir a la reproducción de las radiaciones de la luz solar, con los aparatos adecuados, ya que muchas de las enfermedades de la piel se relacionan con la exposición al sol. También está, finalmente, la microscopia de epiluminescencia, una técnica no invasiva e indolora que se emplea para examinar lesiones en la piel, especialmente lunares o tumores asociados al cáncer de piel, con el objetivo de determinar si se requiere una extirpación. Una vez diagnosticada con seguridad una patología dermatológica mediante las técnicas mencionadas anteriormente –u otras como ecografías cutáneas, pruebas de alergia, entre otras–, se puede proseguir con los tratamientos más acordes para la enfermedad. De nuevo, solo un profesional certificado, con estudios superiores en Dermatología, con una formación de la más alta calidad y con una experiencia real en el ejercicio dermatológico, podrá aplicar terapias o formular medicamentos sin el riesgo de efectos secundarios